Los paneles de cedro del interior del Templo estaban decorados con tallas de calabazas y flores abiertas. Todo estaba revestido de cedro; no se veía nada de la piedra.
Debajo del borde estaba decorado con calabazas ornamentales que lo rodeaban, diez por cada codo en todo el contorno. Estaban en dos filas fundidas como una sola pieza con la fuente de metal.