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Referencias Cruzadas
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1 Reyes 5:9

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Mis obreros bajarán los troncos desde el Líbano hasta el mar, y los haré flotar en balsas por mar hasta donde tú decidas. Allí haré romper las balsas, y tú podrás llevarte los troncos. A cambio, me gustaría que me proporcionaras comida para mi casa”.

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14 Referencias Cruzadas  

te estoy dando lo que pediste. Te estoy dando una mente sabia, con un entendimiento de lo que es correcto, más que cualquier otro antes de ti o después de ti.

Judá e Israel habían llegado a ser tan numerosos como la arena en la orilla de la fuente de metal. Comían, bebían y eran felices.

Así que Hiram le proporcionó a Salomón toda la madera de cedro y ciprés que quiso,

Hiram envió esta respuesta a Salomón: “Gracias por tu mensaje. En cuanto a la madera de cedro y ciprés, haré todo lo que quieras.

Hiram envió a sus marineros, que conocían el mar, a servir en la flota con los hombres de Salomón.

El rey hizo que en Jerusalén abundaran la plata y el oro como las piedras, y la madera de cedro como los sicómoros en las estribaciones.

Nosotros cortaremos del Líbano toda la madera que necesites y te la llevaremos por mar en balsas hasta Jope. Desde allí podrás transportarla a Jerusalén”.

El rey Salomón era más grande que cualquier otro rey de la tierra en riqueza y sabiduría.

Pagaron a albañiles y carpinteros, y proporcionaron comida y bebida y aceite de oliva a los habitantes de Sidón y Tiro para que trajeran troncos de cedro del Líbano a Jope por mar, tal como había autorizado el rey Ciro de Persia.

Sin embargo, hay un espíritu en los seres humanos, el aliento del Todopoderoso, que les da entendimiento.

Pensé para mí: “Me he vuelto muy sabio, más sabio que todos los reyes de Jerusalén que me precedieron. Mi mente ha adquirido mucha sabiduría y conocimiento”.

Judá y el país de Israel comerciaron contigo, pagándote con trigo de Minit, pasteles y miel, aceite de oliva y bálsamo a cambio de tus mercancías.

Ahora Herodes estaba furioso con el pueblo de Tiro y Sidón. Entonces enviaron una delegación para verlo y lograron ganarse el favor de Blasto, el asistente personal del rey, para que los ayudara. Ellos suplicaban paz a Herodes porque dependían del territorio del rey para conseguir el alimento.

Por favor, déjame cruzar el Jordán y ver la buena tierra de allí, las hermosas colinas y las montañas del Líbano!”




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