“Tráiganme una espada”, ordenó el rey. Y le trajeron una espada.
El rey intervino diciendo: “Así que esta mujer dice: ‘Mi hijo es el que está vivo. Tu hijo es el que está muerto’, mientras que la otra mujer dice: ‘No, tu hijo es el que está muerto. Mi hijo es el que está vivo’”.
“Corten al niño que está vivo en dos, y denle la mitad a una mujer y la otra mitad a la otra”, ordenó.