Pero tres años después, dos esclavos de Simí se escaparon a Aquis, hijo de Macá, rey de Gat. Le dijeron a Simí: “Mira, tus esclavos están en Gat”.
“Lo que dice Su Majestad es justo”, respondió Simí. “Su servidor hará lo que mi señor el rey ha ordenado”. Simí vivió en Jerusalén durante mucho tiempo.
Así que Simí ensilló su asno y fue a Aquis en Gat para buscar a sus esclavos. Los encontró y los trajo de Gat.
y no quedaron descendientes de Anac en la tierra de Israel, sólo algunos en Gaza, Gat y Asdod.
Ese día David huyó de Saúl y se dirigió a Aquis, rey de Gat.