“Lo que dice Su Majestad es justo”, respondió Simí. “Su servidor hará lo que mi señor el rey ha ordenado”. Simí vivió en Jerusalén durante mucho tiempo.
Entonces tú invocarás a tu dios por su nombre, y yo invocaré al Señor por su nombre. El dios que responde enviando fuego es Dios”. Entonces todo el pueblo dijo: “Estamos de acuerdo con lo que dices”.
Entonces Ezequías le dijo a Isaías: “El mensaje del Señor que me has contado está bien”. Pues pensó: “Después de todo, habrá paz y seguridad durante mis años de vida”.