Cuando Zimri vio que la ciudad había sido tomada, entró en la fortaleza del palacio real y le prendió fuego a su alrededor, y murió por los pecados que había cometido.
Cuando Ahitofel se dio cuenta de que su consejo había sido ignorado, ensilló su burro y se fue a su casa en la ciudad donde vivía. Puso en orden sus asuntos y luego se ahorcó. Murió y fue enterrado en la tumba de su padre.
Peca, hijo de Remalías, uno de sus oficiales, conspiró contra él junto con Argob, Arieh y cincuenta hombres de Galaad. Peca atacó y mató a Pecajías en la fortaleza del palacio del rey en Samaria, y asumió como rey.
Rápidamente llamó al joven que llevaba sus armas y le ordenó: “Saca tu espada y mátame, para que no digan de mí que lo mató una mujer”. Entonces el joven lo atravesó con su espada, y murió.