Esto se debió a todos los pecados que Basá y su hijo Elá habían cometido y habían hecho cometer a Israel. Su adoración de sus ídolos inútiles había enojado al Señor, el Dios de Israel.
Porque siguió todos los caminos de Jeroboam, hijo de Nabat, y en sus pecados que hizo cometer a Israel, adorando a sus ídolos inútiles que enojaban al Señor, el Dios de Israel.
Abandonaron sus reglamentos y el pacto que había hecho con sus antepasados, así como los decretos que les había dado. Siguieron ídolos inútiles y ellos mismos se volvieron inútiles, imitando a las naciones vecinas que el Señor les ordenó no imitar.
De modo que en cuanto a comer los alimentos sacrificados a ídolos: sabemos que no existe tal cosa como los ídolos en el mundo, y que hay solo un Dios verdadero.
Me han dado celos adorando cosas que no son Dios; me han hecho enojar con sus ídolos inútiles. Así que los pondré celosos usando un pueblo que no es realmente una nación; los haré enojar usando extranjeros ignorantes.