Así que se fue por otro camino y no regresó por donde había venido a Betel.
Sucedió que en Betel vivía un viejo profeta. Sus hijos vinieron y le contaron todo lo que el hombre de Dios había hecho ese día en Betel. También le contaron a su padre lo que el hombre le había dicho al rey.
El Señor me ha ordenado que no coma ni beba nada, y que no regrese por el camino que vine”.