Era más sabio que cualquiera, más sabio que Etán el ezraíta, más sabio que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol. Su fama se extendió por las naciones que le rodeaban.
Gente de todas las naciones acudía a escuchar la sabiduría de Salomón. Eran enviadas por todos los reyes de la tierra, que habían oído hablar de su sabiduría.
Los enviaba en turnos de 10.000 cada mes al Líbano, de modo que estaban un mes en el Líbano y dos meses en casa, mientras Adoniram estaba a cargo de todo el personal que trabajaba en la obra.
Largas caravanas de camellos cubrirán la tierra, camellos jóvenes de Madián y Efá. Todo el pueblo de Sabá vendrá a ti cargando oro e incienso, gritando alabanzas al Señor.
“Saba y Dedán y los comerciantes de Tarsis con todos sus fuertes líderes preguntará: ‘¿Vas a saquear el lugar? ¿Has reunido a tus ejércitos para robarles, para llevarse la plata y el oro, para tomar el ganado y las posesiones, para apoderarte de un gran botín?’
La reina del Sur se levantará en el juicio junto con esta generación y la condenará, porque ella vino desde los fines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón— ¡Y como pueden ver, aquí hay alguien más grande que Salomón!
“Ustedes son privilegiados porque a ustedes se les han revelado los misterios del reino de los cielos, pero ellos no tienen ese conocimiento”, respondió Jesús.
La reina del sur se levantará en el juicio junto con la gente de su generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, ¡Y ahora está aquí uno que es más importante que Salomón!