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Referencias Cruzadas
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1 Pedro 2:11

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Amigos míos, les ruego como si fueran extranjeros en este mundo, que no se rindan ante los deseos físicos que están en oposición a lo espiritual.

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35 Referencias Cruzadas  

Y Abraham vivió en el país de los filisteos por muchos años.

“Yo soy un extranjero, un extraño que vive entre ustedes”, les dijo. “Por favor, permítanme comprar un lugar de sepultura para que pueda sepultar a mi difunta esposa”.

“He estado andando de aquí para allá durante 130 años”, respondió Jacob. “Mi vida ha sido corta y difícil; no he vivido tanto como mis antepasados que también vagaban de un lugar a otro”.

A tus ojos somos extranjeros y forasteros, como nuestros antepasados. Nuestro tiempo aquí en la tierra pasa como una sombra, no tenemos esperanza de quedarnos mucho tiempo.

Sé que estoy aquí por poco tiempo. No permitas que pase por alto ninguna de tus enseñanzas.

Tus enseñanzas son música a mis oídos en todo lugar donde habito.

¡Por favor Señor, escucha mi oración! ¡Escucha mi clamor pidiendo ayuda! No seas sordo para con mi llanto. Por favor trátame como tu invitado, haz como con mis antepasados.

Si un hombre se acuesta con una mujer y hay una liberación de semen, ambos deben lavarse con agua, y permanecerán inmundos hasta la noche.

“La tierra no debe ser vendida permanentemente, porque realmente me pertenece. Para mí ustedes son sólo extranjeros y viajeros de paso.

“Estén alerta para que no se distraigan en fiestas o emborrachándose o por las preocupaciones de esta vida, y entonces este día los tome por sorpresa como si fuera una trampa.

Debemos escribirles y decirles que eviten la comida sacrificada a los ídolos, la inmoralidad sexual, la carne de animales que hayan sido estrangulados, y de consumir sangre.

Deben evitar: cualquier cosa sacrificada a ídolos, sangre, carne de animales estrangulados, e inmoralidad sexual. Harán bien al observar estos requisitos. Dios los bendiga”.

Así que yo los animo, mis hermanos y hermanas, por la compasión de Dios por ustedes, que dediquen sus cuerpos como una ofrenda viva que es santa y agradable a Dios. Esta es la manera lógica de adorar.

pero veo que hay una ley distinta que obra dentro de mí y que está en guerra con la ley que mi mente ha decidido seguir, convirtiéndome en un prisionero de la ley de pecado que está dentro de mí.

Porque si ustedes viven bajo el control de su naturaleza pecaminosa, van a morir. Pero si siguen el camino del Espíritu, dando muerte a las cosas malas que hacen, entonces vivirán.

De modo que somos embajadores de Cristo, como si él rogara por nosotros: “Por favor, vuelvan a él y sean sus amigos”

Como colaboradores de Dios, también les rogamos que no acepten la gracia de Dios en vano.

Queridos amigos, dado que tenemos estas promesas, limpiémonos de todo lo que contamina nuestro cuerpo y espíritu, procurando la santidad que nace de la reverencia a Dios.

Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz su naturaleza humana pecaminosa, junto con todas sus pasiones y deseos pecaminosos.

Esto significa que ya ustedes no son extranjeros, sino conciudadanos del pueblo de Dios y pertenecen a la familia de Dios

Así que yo, —este prisionero en el Señor—los animo a que vivan conforme a los principios a los cuales fueron llamados.

Huye de todo lo que incite tus deseos juveniles. Busca las cosas justas y rectas, busca el amor y la paz así como a los que son cristianos y verdaderos.

Y todos ellos murieron creyendo aún en Dios. Aunque no recibieron las cosas que Dios prometió, todavía las esperaban, como desde la distancia y lo aceptaron gustosos, sabiendo que eran extranjeros en esta tierra, pasajeros solamente.

Pero queridos amigos, nosotros deseamos cosas mejores para ustedes, y también su salvación, aunque les hablemos así.

¿De dónde surgen las contiendas y discusiones que hay entre ustedes? ¿Acaso no son por las pasiones sensuales que luchan dentro de ustedes?

Esta carta viene de Pedro, apóstol de Jesucristo, y es enviada al pueblo escogido de Dios: a los exiliados que están dispersos por todas las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia, y Bitinia.

Puesto que ustedes le llaman Padre, y reconocen que él juzga a todos de manera imparcial, basado en sus obras, tomen en serio su vida aquí en la tierra, guardando reverencia hacia él.

Amigos míos, no se sorprendan ante las “pruebas de fuego” que están experimentando, como si estas fueran algo inesperado.

Ustedes no vivirán el resto de sus vidas siguiendo los deseos humanos, sino haciendo la voluntad de Dios.

Amigos míos, esta es mi segunda carta para ustedes. En ambas he tratado de despertarlos y recordarles que deben tener un pensamiento limpio y puro.




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