Supueblo, impotente, está aterrorizado y humillado. Son como plantas en un campo, como brotes verdes y blandos, como hierba que brota en un tejado: están quemados antes de que puedan crecer.
Los seres humanos son como sombras caminando por ahí. Corren sin un objetivo por la vida, tratando de acumular posesiones sin saber quiénes se quedarán con ellas.
De modo que si Dios decora los campos así, la hierba que está hoy aquí y que mañana es lanzada al fuego, ¿no hará mucho más por ustedes que son personas que creen tan poco?