Pero fueron infieles al Dios de sus antepasados. Se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, los que Dios había destruido antes que ellos.
Pul, rey de Asiria, invadió el país. Menajem pagó a Pul mil talentos de plata para que apoyara a Menajem en la consolidación de su poder sobre el reino.
Estos eran los jefes de familia: Efer, Isi, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Jahdiel. Eran fuertes guerreros, hombres famosos, jefes de sus familias.
Todo el pueblo de Israel quedó registrado en los registros de las genealogías del libro de los reyes de Israel. Pero el pueblo de Judá fue llevado al cautiverio en Babilonia porque había sido infiel.
“Asegúrense de no hacer un acuerdode paz con el pueblo que habita enesa tierra, porque cuando se prostituyen adorando y sacrificándose a sus dioses, los invitarán a unirse a ellos, y comerás de sus sacrificios paganos.
El Señor comenzó hablando a través de Oseas diciéndole: “Ve y busca una prostituta para casarte con ella, y ten hijos de una prostituta, porque los habitantes de esta tierra se han prostituido terriblemente al alejarse del Señor”.
¡No te alegres, Israel! ¡No celebres como las demás naciones! Porque te has prostituido y has recibido salario de prostitute en cada era donde se trilla el trigo.
Abandonaron al Señor, el Dios de sus antepasados, que los había sacado de Egipto. Siguieron a otros dioses, inclinándose en adoración a los dioses de los pueblos que los rodeaban, haciendo enojar al Señor.
Pero aun así, se negaban a escuchar a sus jueces y se prostituyeron siguiendo a otros dioses, inclinándose ante ellos. Rápidamente abandonaron el camino que habían seguido sus antepasados, y no obedecieron los mandamientos del Señor como lo habían hecho sus antepasados.