Este era el orden en que cada grupo debía servir cuando entraba en la casa del Señor, siguiendo el procedimiento que les había definido su antepasado Aarón, según las instrucciones del Señor, el Dios de Israel.
También dieron asignaciones a los sacerdotes que figuraban por familia en la genealogía, y a los levitas de veinte años o más, según las responsabilidades de sus divisiones.