Ata las fajas alrededor de Aarón y sus hijos y ponles los tocados. El sacerdocio les pertenece para siempre. Así es como debes ordenar a Aarón y a sus hijos.
Moisés dijo a Aarón y a sus dos hijos que quedaban, Eleazar e Itamar: “Tomen la ofrenda de grano que sobra de las ofrendas dadas al Señor y comedla sin levadura junto al altar, porque es muy santa.
Pero sólo tú y tus hijos son responsables de tu sacerdocio, haciendo todo lo que concierne al altar y está detrás del velo. Sólo tú debes realizar ese servicio. Te estoy dando el don de tu sacerdocio, pero cualquier otro que se acerque al santuario debe ser ejecutado”.
Nadab y Abiú murieron en la presencia del Señor cuando ofrecieron el fuego prohibido ante el Señor en el desierto del Sinaí. Como no tenían hijos, Eleazar e Itamar sirvieron como sacerdotes mientras su padre Aarón vivía.