Pero tendrás un hijo que será un hombre de paz. Le daré la paz de todos sus enemigos en las naciones de alrededor. Salomón será su nombre, y concederé paz y tranquilidad a Israel durante su reinado.
Ve inmediatamente dondeel rey David y pregúntale: ‘¿No me juró Su Majestad a mí, su sierva, que su hijo Salomón sería definitivamente rey después de mí y se sentaría en mi trono? Entonces, ¿por qué dice Adonías que es rey?’
“Sabes que el reino era mío -declaró-, y todos en Israel esperaban que yo fuera su próximo rey. Pero todo se ha vuelto del revés y el reino ha pasado a mi hermano, porque así lo ha querido el Señor.
Porque Salomón gobernaba toda la región al oeste del Éufrates, desde Tifa hasta Gaza, sobre todos los reinos al oeste del Éufrates. Y tenía paz por todos lados a su alrededor. Tuvo paz en todas las fronteras.
Durante la vida de Salomón, todos los habitantes de Judá e Israel vivían con seguridad, desde Dan hasta Beerseba. Cada uno tenía su propia vid e higuera.
“Alabado sea el Señor, que ha dado descanso a su pueblo Israel según todo lo que prometió. Ni una sola palabra ha fallado entre todas las buenas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés.
Porque cuando llegues al final de tu vida y te unas a tus antepasados en la muerte, llevaré al poder a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y me aseguraré de que su reino tenga éxito.
“¿No está el Señor Dios contigo? ¿No te ha dado la paz en todas tus fronteras?” , preguntó. “¿Por qué? Porque ha puesto a los habitantes de la tierra bajo mi poder, y ahora están sometidos al Señor y a su pueblo.
Tú has cumplido la promesa que hiciste a tu siervo, mi padre David. Con tu propia boca hiciste esa promesa, y con tus propias manos la has cumplido hoy.
Pero si Dios quiere guardar silencio, ¿quién puede condenarlo? Si decide ocultar su rostro, ¿quién podrá verlo? Ya sea que se trate de una nación o de un individuo,
Esto es lo que dice el Señor: ¡Mira! Voy a darle paz y prosperidad como un río que fluye, la riqueza de las naciones como un arroyo que se desborda. Te amamantará y te llevará en su cadera y jugará contigo en sus rodillas.
La gloria de esta segunda casa será más grande que la primera, dice el Señor Todopoderoso, y yo traeré paz a este lugar. Así lo declara el Señor Todopoderoso.