Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la puerta de la ciudad, como si fuera a hablar con él en privado. Pero Joab lo apuñaló en el vientre, matándolo en venganza por haber matado a Asael, el hermano de Joab.
Joab, hijo de Sarvia, había comenzado el censo, pero no lo terminó. Israel fue castigado a causa de este censo, y los resultados no fueron registrados en la cuenta oficial del rey David.