En otra batalla con los filisteos, Elhanán, hijo de Jair, mató a Lahmi, hermano de Goliat de Gat. El asta de su lanza era tan gruesa como una vara de tejedor.
En otra batalla con los filisteos en Gob, Elhanán, hijo de Jair de Belén, mató al hermano de Goliat de Gat. El asta de su lanza era tan gruesa como una vara de tejer.
En otra ocasión mató a un egipcio, un hombre enorme que medía dos metros y medio. El egipcio tenía una lanza cuyo asta era tan gruesa como la vara de un tejedor. Benaía lo atacó sólo con un garrote, pero pudo agarrar la lanza de la mano del egipcio, y lo mató con su propia lanza.
En otra batalla en Gat, había un hombre gigantesco, que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, haciendo un total de veinticuatro. También él descendía de los gigantes.
El asta de su lanza era tan gruesa como una viga de tejedor, con una punta de hierro que pesaba seiscientos siclos. Su escudero caminaba delante de él llevando su escudo.
Entonces el sacerdote respondió: “Tengo aquí la espada de Goliat, el filisteo que mataste en el Valle de Ela. Está envuelta en un paño detrás del efod. Puedes cogerla si quieres. Es el único que hay aquí”. “¡Es mejor que cualquier otra espada! Por favor, dámela”, respondió David.