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Referencias Cruzadas

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1 Crónicas 20:1

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En primavera, en la época del año en que los reyes salen a hacer la guerra, Joab dirigió el ejército israelita en los ataques contra el país de los amonitas, asediando también Rabá. Sin embargo, David se quedó en Jerusalén. Joab atacó Rabá y la destruyó.

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15 Referencias Cruzadas  

En la primavera, en la época del año en que los reyes salen a la guerra, David envió a Joab y a sus oficiales y a todo el ejército israelí al ataque. Masacraron a los amonitas y sitiaron Rabá. Sin embargo, David se quedó en Jerusalén.

Cuando David llegó a Mahanaim, lo recibieron Sobi, hijo de Nahas, de Rabá de los amonitas, Maquir, hijo de Ammiel, de Lo-debar, y Barzilai el galaadita de Rogelim.

Más tarde el profeta se presentó ante el rey de Israel y le dijo: “Ve a reforzar tus defensas y revisa lo que debes hacer, porque en la primavera el rey de Aram vendrá a atacarte de nuevo”.

Cuando llegó la primavera, Ben Adad convocó al ejército arameo y fue a atacar a Israel en Afec.

Eliseo murió y fue enterrado. Los asaltantes del país de Moab solían invadir Israel cada primavera.

Cuando los aliados de Hadad-Ezer se dieron cuenta de que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y se sometieron a él. Como resultado, los arameos no quisieron ayudar más a los amonitas.

Mira: he creado al herrero que sopla las brasas en una llama caliente y forja un arma adecuada; y he creado al destructor que trae la destrucción.

Entonces le pregunté: “¿Cuánto tiempo durará esto, Señor?” Él respondió: “Hasta que las ciudades queden arruinadas y vacías, las casas abandonadas y la tierra devastada y destruida;

Haz que una señal señale el camino para atacar la ciudad amonita de Rabá, y otra para atacar Judá y la ciudad fortificada de Jerusalén.

Haré de Rabá un pasto para camellos, y de Amón un corral para ovejas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

Yo haré que el fuego devore los muros de Rabá y que consuma sus castillos. Habrá gritos en el día de la batalla que causarán confusión como la ira de un vendaval.

(Sólo Og, rey de Basán, quedó de la raza de los Refaim. Tenía una cama de hierro de nueve codos de largo y cuatro de ancho. Todavía está en la ciudad amonita de Rabá).




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