No he mantenido la verdad de tu bondad escondida en mi interior, he hablado de tu integridad y de tu salvación. No le he ocultado tu fidelidad ni tu amor inefable a la congregación.
Entonces los que de verdad respetaban al Señor hablaron entre ellos y el Señor escuchó lo que dijeron. Un rollo de memorias fue escrito en su presencia con los nombres de aquellos que respetaban al Señor y que le prestaron atención.
Dejen que el mensaje de Cristo habite completamente en ustedes. De las maneras más sabias instrúyanse unos a otros por medio de salmos e himnos y cantos espirituales, alabando a Dios con sus corazones.