Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas
- Anuncios -




1 Crónicas 16:4

Versión Biblia Libre

David asignó a algunos de los levitas para que sirvieran de ministros ante el Arca del Señor, para recordar, agradecer y alabar al Señor, el Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar

25 Referencias Cruzadas  

Yo te prometo guardar mi pacto contigo, y con tus descendientes, por todas las generaciones futuras. Este es un pacto eterno. Yo siempre seré tu Dios y el Dios de tus descendientes.

“Tu nombre no será más Jacob”, dijo el hombre. “En su lugar te llamarás Israel, porque luchaste con Dios y con los hombres, y ganaste”.

Construyó un altar allí y lo llamó El-Elohe-Israel.

diciendo: “Alabado sea el Señor, el Dios de Israel, que con su propio poder ha cumplido la promesa que hizo a mi padre David cuando dijo:

David también dio instrucciones a los jefes de los levitas para que asignaran de entre sus parientes a cantores que cantaran con alegría, acompañados por músicos que tocaran liras, arpas y címbalos.

Luego repartió a cada israelita, a cada hombre y a cada mujer, una hogaza de pan, una torta de dátiles y una torta de pasas.

Asaf era el encargado, Zacarías era el segundo, luego Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel. Tocaban arpas y liras, y Asaf tocaba los címbalos,

Denle gracias al Señor, adoren su naturaleza maravillosa, ¡hagan saber lo que ha hecho!

Con la ayuda de Sadoc, descendiente de Eleazar, y de Itamar, descendiente de Ahimelec, David los colocó en divisiones según sus funciones asignadas.

David y los líderes de los levitas eligió a hombres de las familias de Asaf, Hemán y Jedutún para que sirvieran profetizando acompañados de liras, arpas y címbalos. Esta es la lista de los que realizaron este servicio:

Estos son los músicos que David designó para dirigir la música en la casa del Señor una vez que el Arca fuera colocada allí.

Los trompetistas y los cantores se unían con una sola voz para alabar y dar gracias al Señor. Acompañados por las trompetas, los címbalos y los instrumentos musicales, los cantores alzaron sus voces, alabando al Señor: “Porque él es bueno; su amor confiable es eterno”. Entonces el Templo, la casa del Señor, se llenó de una nube.

Cuando los constructores pusieron los cimientos del Templo del Señor, los sacerdotes vestidos con sus ropas especiales y portando trompetas, y los levitas (los hijos de Asaf) portando címbalos, todos ocuparon sus lugares para alabar al Señor, siguiendo las instrucciones dadas por el rey David de Israel.

Los jefes de los levitas eran Hasabías, Serebías y Jesúa, hijo de Cadmiel, junto con sus compañeros levitas, que estaban de pie frente a ellos, cada sección dando alabanzas y agradecimientos y respondiendo unos a otros, según lo dispuesto por David, el hombre de Dios.

Alaba, alma mía, al Señor; y que no olvide mi ser las maravillosas cosas que él ha hecho por mí.

Recuerden las maravillas que ha creado, los milagros que ha hecho, y los juicios que ha llevado a cabo,

¡Cuán grande es el Señor, el Dios de Israel, quien vive por siempre y para siempre! ¡Todo el mundo diga “Amén”! ¡Alaben al Señor!

No te angusties por la gente mala, ni sientas celos de aquellos que hacen el mal.

Oh, Dios, ¡sálvame! ¡Apresúrate a ayudarme!

¡Alaben al Señor, Dios de Israel, porque es el único que puede hacer tales maravillas!




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos