El segundo grupo de levitas estaba formado por Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maaseías, Matatías, Elifelehu y Micnías; y los porteros Obed-edom y Jeiel.
Entonces fueron y llamaron a los guardianes de la ciudad: “Pasamos por el campamento arameo y no había nadie, ¡ni un ruido de nadie! Sólo había caballos y asnos atados, y las tiendas las dejaron tal como estaban”.
Así que los levitas asignaron a Hemán, hijo de Joel, y de sus parientes a Asaf, hijo de Berequías, y de los hijos de Merari, sus parientes, a Etán, hijo de Cusaías.