Para los que no obran conforme a la ley, me comporto como ellos, (aunque sin ignorar la ley de Dios, sino obrando bajo la ley de Cristo), para poder ganar a los que no observan la ley.
En cuanto a los extranjeros que han creído en el Señor, ya escribimos una carta respecto a nuestra decisión de que deben abstenerse de comer alimentos sacrificados a los ídolos, consumir sangre o cualquier animal estrangulado, y de inmoralidad sexual”.
Aquellos que pecan aunque no tienen la ley escrita están perdidos, pero aquellos que pecan y sí tienen la ley escrita, serán condenados por esa misma ley.
“Esta es la relación que le prometo a la casa de Israel: Después de ese tiempo, dice el Señor, yo pondré mis leyes en sus mentes, y las escribiré en sus corazones. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.