Pero yo les digo que cualquier hombre que se divorcia de su esposa, a menos que sea por inmoralidad sexual, la hace cometer adulterio, y cualquiera que se case con una mujer divorciada, comete adulterio.
Pero si un hombre se mantiene fiel a sus principios, y no tiene obligación de casarse, y tiene el poder para mantener sus sentimientos bajo control y permanecer comprometido con ella, hace bien en no casarse.