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Referencias Cruzadas
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1 Corintios 6:9

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¿Acaso ustedes no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Las personas que son inmorales, idólatras, adúlteros, pervertidos sexuales, homosexuales,

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51 Referencias Cruzadas  

Entonces le gritaron a Lot: “¿Dónde están los hombres que se hospedaron en tu casa esta noche? Tráelos, pues queremos tener sexo con ellos”.

“No ayudes a difundir historias que son mentiras. No ayudes a la gente mala dando mal testimonio.

El Señor odia los pesos falsos, pero el peso acertado le complace.

Los que siembran injusticia, cosecharán desastre. Y los golpes que dan a otros, cesarán.

Su casa conduce a la muerte, y en su planta baja se encuentran las moradas de la muerte.

Los malvados deben cambiar sus costumbres y dejar de pensar en hacer algo malo. Deben volverse al Señor para que él tenga misericordia de ellos. Vuelvan a nuestro Dios, porque él es generoso con su perdón.

aunque el padre no actúe así en absoluto. El hijo va a los santuarios paganos en las montañas para comer una comida religiosa. Tiene relaciones sexuales con la mujer de otro.

No cometas ningún acto sexual con la esposa de otro hombre. Esto te contaminaría y te haría sucio.

“No tengas sexo con un hombre como con una mujer. Eso es algo asqueroso.

“No seas un juez corrupto. No muestres favoritismo a los pobres o a los ricos. Juzga a los demás con justicia.

“Los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres como con una mujer habrán hecho algo repugnante. Deben ser ejecutados; ellos son culpables de su castigo.

Entonces me dijo: “Esta es la maldición que caerá sobre todo el mundo. Cualquiera que roba será purgado de entre la sociedad, según un lado del rollo. Cualquiera que jura con engaño, será purgado de entre la Sociedad, según el otro lado del rollo”.

Todos los que dejan su hogar, a sus hermanos, a sus hermanas, a sus padres, a sus madres, a sus hijos y sus campos por mi causa, recibirán cien veces más y recibirán la vida eterna.

Entonces el rey dirá a los de su derecha: ‘vengan ustedes, benditos de mi Padre, hereden el reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.

“Asegúrense que nadie los engañe”, les advirtió Jesús. “Muchas personas vendrán afirmando que soy yo, diciendo, ‘¡Aquí estoy!’ y ‘¡Ha llegado la hora!’ pero no los sigan.

Ahora los encomiendo al cuidado de Dios y al mensaje de su gracia, el cual puede edificarlos y darles la heredad que pertenece a los que son santificados.

Y Pablo debatió con ellos sobre vivir rectamente, sobre el dominio propio, y sobre el juicio venidero. Félix se intranquilizó y le dijo a Pablo: “Vete ahora, y enviaré a buscarte cuando tenga la oportunidad”.

La hostilidad de Dios se revela dese el cielo contra aquellos que son impíos e injustos, contra aquellos que sofocan la verdad con sus malas obras.

No se dejen engañar: “las malas compañías dañan el buen carácter”.

No obstante, les digo, mis hermanos y hermanas: nuestros cuerpos presentes no pueden heredar el reino de Dios. Estos cuerpos mortales no pueden heredar lo eterno.

¿Acaso no saben que ustedes son Templo de Dios y que el Espíritu vive en ustedes?

Escucho informes de que hay inmoralidad sexual entre ustedes, un tipo de inmoralidad que ni siquiera los extranjeros practican. ¡Un hombre viviendo con la esposa de su padre!

Y no me refería a la gente inmoral de este mundo que tiene codicia y engaña a otros, o a los que son idólatras, pues de ser así tendrían que irse de este mundo.

Lo que quise decir cuando les escribí es que no deben juntarse con cualquiera que se haga llamar cristiano y sea inmoral, codicioso, o idólatra; o que sea abusador, borrachón o engañador. ¡Ni siquiera se sienten a comer con alguien así!

ladrones, codiciosos, bebedores, abusadores, o engañadores, no heredarán el reino de Dios.

¡Manténganse lejos de la inmoralidad sexual! Todos los demás pecados que la gente comete ocurren fuera del cuerpo, pero la inmoralidad sexual es un pecado contra sus propios cuerpos.

¿Acaso no saben que sus cuerpos son Templo del Espíritu Santo que está dentro de ustedes, y que recibieron de Dios?

¿Acaso no concuerdan conmigo en que hay muchos corredores en una carrera, pero solo uno recibe el premio? ¡Entonces corran de la mejor manera posible, para que puedan ganar!

Me temo que cuando vaya de visita, mi Dios me humillará en presencia de ustedes, y que estaré lamentándome por muchos que han pecado antes, y que aún no se han arrepentido de impureza, inmoralidad sexual, y los actos indecentes que cometieron.

No se dejen engañar, Dios no puede ser tratado con desacato: todo lo que siembren, eso cosecharán.

Si se encuentra a un hombre durmiendo con la mujer de otro, tanto el hombre como la mujer deben morir. Debes eliminar el mal de Israel.

Una mujer no debe usar ropa de hombre, y un hombre no debe usar ropa de mujer. Cualquiera que haga esto ofende al Señor tu Dios.

Ninguna mujer ni hombre israelita debe ser una prostituta de culto.

Así que maten su naturaleza mundana – el pecado sexual, la inmoralidad, la lujuria, los malos deseos, la codicia – pues esto es idolatría.

Esfuércense por estar en paz con todos y buscar la santidad, pues de lo contrario no verán al Señor.

Asegúrense de que ninguno sea sexualmente inmoral o profano como Esaú. Él vendió su primogenitura por una sola comida.

Todos deben honrar el matrimonio. Los esposos y esposas deben ser fieles unos a otros. Pues Dios juzgará a los adúlteros.

Mis queridos amigos, no se dejen engañar.

Queridos amigos, no dejen que nadie los engañe: los que hacen justicia son justos, así como Jesús es justo.

Pero los cobardes, los que no confían en mí, los que hacen cosas aborrecibles, los asesinos, los que comenten inmoralidad sexual, los que practican hechicería, los que adoran ídolos, los mentirosos, tienen su lugar escogido en el lago que arde con fuego y azufre. Esta es la segunda muerte”.

“Los que están fuera de la ciudad son perros, así como los que practican brujería, inmoralidad sexual, asesinato, idolatría, y los que inventan y aman la mentira.

Mientras se divertían, llegaron unos depravados del pueblo, rodearon la casa y golpearon la puerta, gritando al anciano dueño de la casa: “Saca al hombre que vino a quedarse en tu casa para que tengamos sexo con él”.




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