El hecho mismo de que ustedes tienen demandas interpuestas contra otros ya es un completo desastre. ¿No sería mejor aceptar la injusticia? ¿Por qué no aceptan que otros los defrauden?
El pueblo tiene corazones engañosos, y ahora deben asumir la responsabilidad de su culpa. El Señor romperá sus altares y destruirá sus pilares sagrados.
Pero Zaqueo se puso en pie y dijo delante del Señor: “¡Mira, daré la mitad de todo lo que poseo a los pobres, y si he estafado a alguno, le pagaré hasta cuatro veces!”
No paguen mal por mal, ni reclamen cuando otros sean abusivos, sino bendíganlos, porque a eso fueron llamados, para que puedan recibir bendiciones ustedes mismos también.