Les ruego para que la próxima vez que esté con ustedes, no tenga que ser tan duro como pienso que tendré que ser, confrontando abiertamente a los que piensan que nosotros nos comportamos de forma mundana.
Cuando voy de visita, me preocupo de no encontrarlos como quisiera, y de que ustedes no me vean como quisieran verme. Me temo que habrá discusiones, celos, enojo, calumnia, chisme, arrogancia, y desorden.