porque aunque conocieron a Dios, no lo alabaron ni le agradecieron, sino que su pensamiento respecto a Dios se convirtió en necedad, y la oscuridad llenó sus mentes vacías.
Cuídense de que nadie los esclavice con sus filosofías y engaños vanos, siguiendo las tradiciones humanas y conceptos de este mundo, ni dejen de seguir a Cristo.