Todos los hermanos y hermanas aquí envían su saludo. Salúdense unos a otros con afecto.
Si ustedes solo hablan de manera amable con su familia, ¿qué estarán haciendo que no hagan todos los demás? ¡Incluso los paganos hacen eso!
Salúdense unos a otros con afecto. Todas las iglesias de Cristo les envían saludos.
Timoteo, mi compañero de trabajo, envía sus saludos, así como Lucio, Jasón y Sosípater, quienes también son judíos.
Gayo, quien me dio hospedaje, y toda la iglesia de aquí también los saludan. Erasto, el tesorero de la ciudad, envía sus mejores deseos a ustedes, así como nuestro hermano Cuarto.
Todos los creyentes les envían saludo, especialmente los del palacio del César.
Saluden a todos los creyentes de allí con afecto.
Envíen mi saludo a todos sus líderes, y a todos los creyentes que hay allá. Los creyentes que están aquí en Italia envían sus saludos.
Salúdense unos a otros con un beso de amor. Paz a todos ustedes que están en Cristo.