Ustedes saben que Estéfanas y su familia estaban entre los primeros conversos de Acaya, y se dedicaron a ayudar al pueblo de Dios. Les ruego, hermanos y hermanas,
Por favor, recíbanla en el Señor, como deben hacerlo los creyentes, y ayúdenla en todo lo que necesite, porque ha sido de gran ayuda para mucha gente, incluyéndome a mí.
Por favor, también salúdenme a la iglesia que se reúne en su hogar. Den mis mejores deseos a mi buen amigo Epeneto, la primera persona en seguir a Cristo en la provincia de Asia.
La viuda debe tener reputación de hacer el bien. ¿Crió a sus hijos apropiadamente? ¿Ha sido hospitalaria? ¿Ha lavado los pies de otros miembros de la iglesia? ¿Ha ayudado a aquellos que estaban en dificultad? ¿Ha procurado hacer el bien en todas las formas?
Dios no hubiera sido injusto como para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que le han demostrado mediante el cuidado que han brindado a los hermanos creyentes, lo cual es algo que todavía siguen haciendo.
Cualquiera sea el don que hayan recibido, compártanlo con otros entre ustedes, como un pueblo que demuestra sabiamente la gracia de Dios, en todas sus formas.
Ellos no se habían contaminado al pecar con mujeres. Eran espiritualmente vírgenes. Son los que siguen al Cordero dondequiera que él va. Fueron redimidos de la humanidad como primicias para Dios y el Cordero.