Tendrás que sudar para cultivar suficiente comida hasta que mueras y regreses a la tierra. Porque fuiste hecho del polvo de la tierra, y al mismo polvo regresarás”.
Como ovejas están destinados a la tumba. La muerte será su pastor. Pero los que viven con rectitud gobernarán sobre ellos en la mañana gloriosa. Sus cuerpos se desintegrarán en la tumba, lejos de sus hogares.
Definitivamente fue por mi bien que pasé por esta amarga experiencia. Tú, en tu amor, me has salvado del pozo de la destrucción y has perdonado todos mis pecados.
Pero la creación misma mantiene la esperanza puesta en ese momento en que será liberada de la esclavitud de la degradación y participará de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Si ustedes siembran conforme a su naturaleza humana pecaminosa, de esa misma naturaleza segarán autodestrucción. Pero si siembran conforme al Espíritu, cosecharán vida eterna.