Incluso cuando se trata de objetos sin vida, tal como los instrumentos musicales, como la flauta o el harpa: si no producen notas claras ¿cómo sabremos qué melodía se está tocando?
Son como niños sentados en la plaza del mercado, diciéndose unos a otros: ‘Tocamos la flauta para ustedes y ustedes no bailaron; cantamos canciones pero ustedes no lloraron’.
Hermanos y hermanas, si yo vengo a ustedes hablando en lenguas, ¿qué beneficio les aportaría si no les traigo una revelación, un conocimiento, o un mensaje profético, o una enseñanza?
“A continuación llegarás a Guibeá de Dios, donde los filisteos tienen una guarnición. Al entrar en la ciudad, te encontrarás con una procesión de profetas que desciende del lugar alto, tocando arpas, panderetas, flautas y liras, y estarán profetizando.