“Una vez que haya dejado la ciudad, oraré al Señor por ti”, le dijo Moisés. “Los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que te des cuenta de que la tierra pertenece al Señor.
Si tu hermano creyente se siente ofendido por ti, en términos de comidas, entonces ya tu conducta no es de amor. No destruyas a alguien por quien Cristo murió por la comida que eliges comer.
Pero no todo el mundo tiene este “conocimiento”. Algunos hasta ahora se han acostumbrado tanto a los ídolos como realidad, que cuando comen alimentos sacrificados a un ídolo, su conciencia (que es débil) les dice que se han contaminado a sí mismos.
Simplemente cuídense de no usar esta libertad que tienen para comer alimentos sacrificado a ídolos para ofender a los que tienen una actitud más débil.