En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
Le pido que los haga más fuertes espiritualmente para que, cuando nuestro Señor Jesús vuelva acompañado de todos los que han creído en él, nadie pueda dudar de la santidad de ustedes delante de nuestro Dios y Padre. Amén.
Nos contaron que ahora esperan que Jesús regrese del cielo. Dios fue quien resucitó a su Hijo, y su Hijo nos libra del castigo que vendrá sobre los pecadores.
Después de todo, ¿cuál es nuestra esperanza y alegría?, ¿cuál será nuestro motivo de orgullo delante de nuestro Señor Jesús cuando él venga? Pues ustedes lo son.
Se han oxidado su oro y su plata. Ese óxido hablará contra ustedes y consumirá como fuego sus cuerpos. Han amontonado riquezas, pero de nada servirán porque estamos viviendo los últimos días.