Entonces toda la gente de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se fuera de allí, pues tenían mucho miedo. Así que él subió a la barca para irse.
Deja que el malo siga haciendo el mal y que aquel que es impuro siga en su impureza. Deja que el justo siga practicando la justicia y que el santo siga siendo santo».