No vivan como vive la gente de este mundo. Al contrario, cambien de manera de pensar y así cambiará su manera de vivir. Entonces podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios y que esta es buena, agradable y perfecta.
Allí fortalecían a los discípulos y los animaban a seguir creyendo. Les decían: «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios».
¿Por qué no? Porque no buscaron que Dios los aceptara por medio de la fe. Ellos quisieron lograrlo por medio de sus buenas acciones, como si fuera posible hacerlo. No creyeron en Cristo, y así él fue como una piedra en la que tropezaron.
»Entren por la puerta estrecha. Porque la puerta ancha y el camino espacioso conducen a la destrucción, y muchos entran por esa puerta y van por ese camino.