El que no tiene el Espíritu no acepta lo que el Espíritu de Dios revela, pues le parece una locura. No puede entenderlo, porque solo los que tienen el Espíritu lo entienden.
Pues ustedes antes eran como gente viviendo en oscuridad, pero gracias al Señor ahora viven en la luz. Pórtense entonces como personas que caminan en la luz.
«A ustedes se les ha permitido conocer los secretos del reino de Dios —les contestó—. Pero a los demás se les habla por medio de parábolas. Esto es para que, »“aunque miren, no vean; aunque oigan, no entiendan”.
El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad.