Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Así que no ponemos nuestra atención en las dificultades que ahora vemos, sino en cosas que no se ven. Pues lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.
Pues, donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.
Hermanos en la fe, cuídense de tener una mente que solo piensa en el pecado, que no cree y que los hace apartarse del Dios vivo.
Nido de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
No tienes arte ni parte en este ministerio, porque no eres honesto delante de Dios.
Les pido a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo que les permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.
Yo, Pablo, lo escribo de mi puño y letra: te lo pagaré; aunque tú mismo me debes lo que eres.
»El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.