Si ustedes perdonan a otros sus ofensas, también perdonará a ustedes su Padre celestial.
Más bien, sean buenos y compasivos unos con otros. Perdónense unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.
Ayúdense unos a otros, y perdonen a todo el que los ofenda. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
Pues tal como juzguen se les juzgará y, con la medida con que midan a otros, se les medirá a ustedes.
Pues habrá un castigo sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡Los que actúan con compasión triunfarán en el juicio!
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores.
En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.
Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.
»No juzguen a nadie, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.