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Referencias Cruzadas

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14 Referencias Cruzadas  

Al probar Jesús el vinagre, dijo: ―Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y murió.

Entonces Jesús gritó con fuerza: ―¡Padre, en tus manos entrego mi espíritu! Y, al decir esto, murió.

Si esto es así, ¡cuánto más poder tiene la sangre de Cristo! Porque, por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció sin pecado a Dios. Su sangre limpiará nuestra conciencia, y no se nos declarará culpables de pecados que conducen a la muerte eterna, para que sirvamos al Dios viviente.

Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, murió.

Ni siquiera el Hijo del hombre vino para que le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él. Yo doy mi vida por las ovejas.

»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.

Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, Cristo también compartió esa naturaleza humana. Lo hizo para eliminar, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—.

Los demás decían: ―Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo.

Había allí una vasija llena de vinagre. Así que empaparon una esponja en el vinagre. Luego la pusieron en una vara y se la acercaron a la boca.

Cuando vivía aquí en la tierra, Jesús hizo oraciones rogando al que podía salvarlo de la muerte. Lo hizo con fuerte voz y lágrimas. Y fue escuchado porque fue humilde y obediente.




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