Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño. Sin embargo, lograron dominar el sueño, y vieron la gloria de Jesús y a los dos personajes que estaban con él.
Un joven llamado Eutico, que estaba sentado en una ventana, comenzó a dormirse mientras Pablo alargaba su discurso. Cuando se quedó profundamente dormido, se cayó desde el tercer piso, y lo recogieron muerto.