Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Mateo 26:18

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Él les respondió que fueran a la ciudad, a la casa de cierto hombre, y le dijeran: «El Maestro dice: “Mi tiempo está cerca. Voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”».

Ver Capítulo Copiar

18 Referencias Cruzadas  

Por eso Jesús les dijo: ―Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado.

Después de que Jesús dijo esto, dirigió la mirada al cielo y oró así: «Padre, ha llegado la hora. Da gloria a tu Hijo, para que tu Hijo te dé gloria a ti.

Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie lo hizo porque aún no había llegado su hora.

Suban ustedes a la fiesta. Yo no voy todavía a esta fiesta porque mi tiempo aún no ha llegado.

―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre reciba la gloria —les contestó Jesús—.

Todos los días estaba con ustedes en el Templo, y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.

Dicho esto, Marta regresó a la casa. Llamó a su hermana María y le dijo en secreto: ―El Maestro está aquí y te llama.

Todavía estaba hablando Jesús cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: ―Tu hija ha muerto. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?

«Como ya saben, faltan dos días para la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen».

Ni permitan que los llamen “maestro”, porque tienen un solo Maestro, el Cristo.

»Pero no permitan que a ustedes se les llame “Maestro”, porque tienen un solo Maestro y todos ustedes son hermanos.

Y, si alguien les dice algo, respóndanle que el Señor los necesita, pero que ya los devolverá».

―María —le dijo Jesús. Ella se volvió y dijo: ―¡Raboni! —que en hebreo significa: Maestro.

En seguida, Judas se acercó a Jesús y lo saludó. ―¡Maestro! —le dijo, y lo besó.

Los discípulos hicieron entonces como Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios