Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las colocaban en el camino.
Entonces tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Bendito el Rey de Israel!
Llevaron la burra y el burrito, y pusieron encima sus mantos, sobre los cuales se sentó Jesús.
Muchos tendieron sus mantos sobre el camino; otros usaron ramas que habían cortado en los campos.
A medida que avanzaba, la gente tendía sus mantos sobre el camino.