Llevaron la burra y el burrito, y pusieron encima sus mantos, sobre los cuales se sentó Jesús.
con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente y ahí mismo encontrarán una burra atada, y un burrito con ella. Desátenlos y tráiganmelos.
Los discípulos fueron e hicieron como les había mandado Jesús.
Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las colocaban en el camino.