Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Mateo 20:26

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor.

Ver Capítulo Copiar

23 Referencias Cruzadas  

Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor.

Pues, ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: ―Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.

No traten mal a los que están a su cuidado, como si ustedes fueran sus dueños. Al contrario, sirvan de ejemplo para ellos.

»Les digo que este, y no aquel, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que se cree mejor que los demás será humillado, y el que se humilla será considerado el mejor».

El que habla, hágalo como quien habla de parte de Dios mismo; el que presta algún servicio, hágalo con el poder que Dios le da. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder para siempre. Amén.

Ellos también le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como extranjero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?”.

Pues todos los ángeles son solo espíritus que sirven a Dios. Él los envía para ayudar a los que han de ser salvos.

Yo hubiera querido retenerlo para que me sirviera en tu lugar mientras estoy preso por anunciar la buena noticia.

Le pido al Señor que lo trate con bondad en el día del juicio final. Tú conoces muy bien las muchas veces que me ayudó en Éfeso.

No es que intentemos obligarlos a creer como nosotros decimos. Les aseguro que solo deseamos contribuir a su alegría, pues ustedes están seguros de lo que creen.

Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.

―Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.

Estaban allí, mirando de lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle.

Vi que la mujer se había emborrachado con la sangre de los creyentes que dieron su vida por hablar acerca de Jesús. Al verla, quedé muy asombrado.

Y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás.

Pero que no sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda, como el que sirve.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios