Al oír esto, los discípulos quedaron asombrados y decían: ―En ese caso, ¿quién podrá salvarse?
Porque «todo el que lo reconozca como su Señor será salvo».
Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría; pero, por causa de los elegidos, se acortarán.
Si el Señor no hubiera acortado esos días, nadie sobreviviría; pero, por causa de los que él ha elegido, los ha acortado.
De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
―Para las personas es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.