De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
¡Cómo van ustedes a creerme, si lo que les gusta es rendirse honor unos a otros! Ustedes no buscan la gloria que viene del Dios único.
En realidad, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
―Para las personas es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.
¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito, pero se tragan el camello.
Al oír esto, los discípulos quedaron asombrados y decían: ―En ese caso, ¿quién podrá salvarse?
―Te aseguro que quien no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
―Te aseguro que quien no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.