En cualquier caso, cada uno debe seguir viviendo en la misma condición que el Señor le asignó. Quédense así como estaban cuando Dios los llamó a ser parte de su iglesia. Esta es la regla que doy a todas las iglesias.
Sí, pero existe el peligro de tener relaciones sexuales prohibidas. Por eso es bueno que cada hombre tenga su propia esposa y cada mujer, su propio esposo.
Pues algunos nacieron incapacitados para casarse. A otros los incapacitaron los hombres. Y otros han decidido no casarse por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.