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Referencias Cruzadas

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Mateo 18:3

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces dijo: ―Les aseguro que, a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos.

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28 Referencias Cruzadas  

Los niños recién nacidos desean con fuerza la leche pura que los hará crecer. Busquen ustedes todo lo que es bueno, para que crezcan espiritualmente y disfruten su salvación.

Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan. Pues el reino de los cielos es de quienes son como ellos».

Hermanos en la fe, piensen como personas maduras. Es bueno ser inocentes como un niño y no dar paso a la maldad. Pero, a la hora de pensar, hay que hacerlo como un adulto maduro.

―Te aseguro que quien no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.

―Te aseguro que quien no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

―Esfuércense por entrar por la puerta estrecha —contestó—, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán.

Por tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sean borrados sus pecados. Así vendrán tiempos de descanso de parte del Señor.

Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se arrepentirían, y yo los sanaría”.

Y añadió: ―Les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo. Y verán a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Por tanto, les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su conducta sea mejor que la de los fariseos y de los maestros de la Ley.

Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».

Esto es para que »“por mucho que vean, no comprendan; y, por mucho que oigan, no entiendan; no sea que se arrepientan y sean perdonados”.

Además, se les dará una gran bienvenida en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Allí fortalecían a los discípulos y los animaban a seguir creyendo. Les decían: «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios».

―Les aseguro —comentó Jesús a sus discípulos— que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos.

Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se arrepentirían, y yo los sanaría”.

»Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que ponen esa cara para mostrar que están ayunando. Les aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.

»Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.

»Por eso, cuando des a los necesitados, no lo hagas saber a todos, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los aplauda. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.

Les aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la Ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.

Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos.

Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos.




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