Hermanos en la fe, si sorprenden a alguien pecando, ustedes que son espirituales deben corregirlo con una actitud humilde. Pero tengan cuidado, porque ustedes también pueden ser tentados a pecar.
Así mismo, esposas, obedezcan a sus esposos. Es probable que algunos de ellos no creen en el mensaje de la buena noticia. Pero, si las esposas tienen un buen comportamiento, ellos pueden llegar a creer sin que se les diga nada.
Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido. Más bien fue para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros.