En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ―¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
No hagan nada por egoísmo o por orgullo. Más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
El más importante entre ustedes será siervo de los demás.
Ámense los unos a los otros como hermanos. Trátense entre ustedes con respeto y honor.
»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».
Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos.